Tan mía que no quiero ser algo más; ni orilla, ni río ni espuma. Trino, sí; nido, quizá; mas no pájaro. Ser más plana que una mesa, ser tan solidaria y fiel como es un carril del tren a su par.

Tan mía que prefiero no ser: dormir por un siglo entero, acallar todas las voces y ruidos; mirar a las gentes pero no ver, rozarles los ojos y no sentir, abrazar sin ser tocada; morir al mundo por unos instantes y él se muera para mí.

Tan mía que haré una alacena con versos. Aquí los de odio, acá los de vida, allá los versos que matan. Abrirla de vez en vez, cuando necesite un pan o veneno para partirme el alma.

Tan mía que dejaré mi cuerpo a secas, ¿para qué el agua si se vive a oscuras? Heredaré mi existencia a la nada, se la donaré a los vientos, a ver si ellos me regresan una hoja cuando menos.

 

Alejandra Meza Fourzán ©

 

Zhaoming Wu, “In the shadow”.
Zhaoming Wu, “In the shadow”.