¡Me confieso culpable de no saber cocinar! Es un don que admiro en las personas cercanas y no… no se hereda. Si así fuera, hubiese heredado ese talento de mi abuela y de mi madre.
En fin, esta cocinera frustrada, viajó a Monterrey, Nuevo León, y como amo la historia, no pude dejar de visitar El Obispado, originalmente llamado Palacio de Nuestra Señora de Guadalupe, que fue construido entre 1787 y 1788 a iniciativa del Fray Rafael José Verger.
Y como adoro los postres, antes de regresar a casa, tuve que complacerme con este trío de lujo.
Estas y otras confesiones les hará su servidora, a cambio de una receta fácil que gusten compartir conmigo en el área de comentarios. Hasta la próxima.
Alex M. Fourzan
Lo siento Alex, pero lo único que sé de elaborar postres es que hay que seguir al milímetro los pasos de la receta. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona