¿Qué es lo que hace genial la obra «El túnel» de Ernesto Sábato?

Antes que nada, una característica distintiva de «El túnel» es su narrador protagonista, Juan Pablo Castel. Castel es un pintor que se obsesiona con una mujer llamada María y se ve consumido por su amor y celos enfermizos. A medida que la historia se desarrolla, el lector se sumerge en la mente perturbada de Castel, explorando sus pensamientos obsesivos y sus acciones impulsivas. La voz del narrador es intensa y claustrofóbica, brindando una perspectiva única y a veces inquietante.

Por otra parte, «El túnel» aborda temas filosóficos profundos, como la búsqueda de la verdad y la soledad existencial. A través de la historia de Castel, Sábato cuestiona la naturaleza de la verdad y la dificultad de comunicarse y conectarse con los demás. La novela explora la soledad y el aislamiento emocional que puede surgir de la incomunicación y la incapacidad de comprender plenamente a los demás.

Y por último, su etructura fragmentada y no lineal. La historia se presenta en forma de monólogo interior y saltos temporales, lo que refleja la mente desequilibrada y obsesiva del narrador. Estos saltos en el tiempo y las reflexiones introspectivas crean una atmósfera de desconcierto y aumentan la sensación de angustia y desorientación.

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