¡Me confieso culpable de no saber cocinar!  Es un don que admiro en las personas cercanas y no… no se hereda. Si así fuera, hubiese heredado ese talento de mi abuela y de mi madre.

En fin, esta cocinera frustrada, les confiesa que estoy dedicando más tiempo a la planeación y ejecución de mis talleres de escritura libre, lo cual me hace sentir muy feliz porque cuando leo lo que mis talleristas plasman en papel, revivo con cada uno la emoción de sentirse alentado por el primer borrador.

foto taller cuento 1

Estas y otras confesiones les hará su servidora, a cambio de una receta fácil que gusten compartir conmigo en el área de comentarios. Hasta la próxima.

Alex M. Fourzan

 

la cita de la semana leonardo da vinci